Concluimos un nuevo semestre académico en el CFT de Magallanes y es un buen momento para detenernos y mirar con un poco más de perspectiva el trabajo que día a día se realiza aquí. En medio del acelerado ritmo del día a día y las exigencias propias de nuestra labor, a veces es fácil olvidar que detrás de cada logro académico, cada proceso formativo y cada desafío superado, siempre hay personas comprometidas sosteniendo ese avance.
Sabemos que educar en Magallanes tiene particularidades en sí misma, lo que aunado a las realidades de nuestras comunidades y la diversidad creciente de los estudiantes hacen que el trabajo en la educación técnico-profesional tenga un sello distinto. Hoy nuestras aulas son espacios que acogen a jóvenes que inician su camino, a trabajadores que buscan perfeccionarse, a madres y padres que compatibilizan sus estudios con múltiples responsabilidades y a quienes, por primera vez en su familia, acceden a la educación superior.
No es una tarea sencilla, pero es precisamente ahí donde radica el valor del trabajo que realizan nuestros y nuestras funcionarios y colaboradores. Su rol va mucho más allá de una función administrativa o docente, son quienes acompañan procesos, quienes dan respuesta oportuna a necesidades cotidianas, quienes se adaptan a los cambios y contribuyen a que la experiencia formativa sea significativa y accesible.
La realidad propia del sector técnico-profesional también nos plantea desafíos permanentes. Muchos de nuestros docentes provienen directamente del mundo laboral, con una valiosa experiencia práctica que se refleja en sus clases, pero también con la necesidad de seguir fortaleciendo competencias pedagógicas, incorporar nuevas tecnologías y aplicar metodologías que respondan a las dinámicas actuales de la educación.
En estos meses, distintos equipos han estado atentos a estas realidades, avanzando en la identificación de necesidades y explorando formas de apoyar los procesos de actualización y desarrollo. Sabemos que son temas que requieren continuidad y una mirada constante, sobre todo considerando las características únicas de nuestro entorno.
Hoy, más que hacer balances numéricos o listar resultados, queremos simplemente agradecer el trabajo cotidiano, el compromiso muchas veces silencioso, la disposición a enfrentar nuevos desafíos y la capacidad de adaptarse cuando las circunstancias lo requieren. Cada uno, desde su rol, contribuye a construir un espacio educativo que tiene un impacto real en la vida de las personas y en el desarrollo de nuestra región.
A todos los funcionarios y docentes del CFT de Magallanes, gracias por el trabajo serio, por la disposición y por el compromiso sostenido. Su labor es esencial para que la educación técnico-profesional siga siendo una oportunidad concreta para tantas personas en el extremo sur del país.
Nadia Meza Barria, Jefa de Desarrollo y Gestión de Personas CFT de Magallanes