Columna de opinión: Formación continua como una herramienta para el desarrollo regional

En Magallanes, hablar de educación y capacitación es hablar de futuro. Sin embargo, demasiado a menudo los programas de formación se diseñan como catálogos estándar, pensados desde una lógica centralista que poco dialoga con las realidades de nuestro territorio. El desafío no está en multiplicar certificados, sino en garantizar que cada instancia formativa tenga un impacto concreto en la vida de las personas y en el desarrollo de las comunidades.

Un buen ejemplo de este enfoque lo vemos en el convenio que actualmente el CFT de Magallanes está ejecutando junto a la Subdirección de Servicios Sanitarios Rurales. A través de esta alianza, la capacitación llega a sectores apartados, formando a dirigentes y operadores locales en temas esenciales como la gestión del agua potable rural. No se trata sólo de adquirir nuevos conocimientos, sino de fortalecer la autonomía de las comunidades en un ámbito vital para su calidad de vida.

Este tipo de iniciativas nos muestra que la pertinencia es la clave. Magallanes no necesita replicar recetas pensadas en la capital del país; requiere programas adaptados a sus desafíos: la dispersión geográfica, las condiciones climáticas, la falta de especialistas y la urgencia de fortalecer el tejido social en localidades rurales.

La formación continua debe convertirse en una respuesta práctica, capaz de resolver problemas reales de personas y comunidades. Cuando se reduce a un listado de cursos para cumplir con metas o estadísticas, pierde su sentido y se vuelve un ejercicio burocrático. Sólo así la capacitación se transforma en motor de desarrollo y no en un trámite que comienza y termina en el aula.

Hoy tenemos la oportunidad de consolidar un modelo regional que combine calidad académica con pertinencia territorial. Un modelo que no sólo acompañe a nuestros egresados, sino que también dé herramientas a trabajadores, dirigentes sociales y comunidades enteras. Porque, al final, la pregunta no es cuántos cursos impartimos, sino cuánto mejoró la vida de quienes los recibieron, sólo así podremos transformar la capacitación en un motor de desarrollo regional, asumiéndose como una apuesta estratégica a nuestro futuro como región.

Mackarena Navarro Díaz, Coordinadora de Formación Continua, Capacitación y Seguimiento de Titulados CFT de Magallanes

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